Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2023

Broma, sale mal.

Imagen
 Mi novio, su hermano y yo, nos estábamos preparando algo para almorzar. Bah... en realidad, la que estaba por preparar algo, era yo. Estaba con delantal blanco y un putishort del mismo color también.  Lo mandamos a comprar cerveza a mi novio, ya que se había acabado y necesitábamos para acompañar el rico morfi que me estaba preparando. No daba tomar agua, jugo o coca, necesitábamos birra.  Quedamos solos con Fabio, su lindo hermano. Pero no nos incomodó para nada a ninguno de los dos, ya que nos llevábamos bárbaro. Casi como de amigos era nuestra relación, se la podría describir.  Apoyé mis codos sobre la isla cocina, me incliné levemente y le pedí encarecidamente que me ayudara a desanudarme el delantal, ya que tenía las manos sucias y me iban a resultar totalmente inútiles.  Obvio que aceptó el chabón. Puso cara de "uff... no quiero, me da mucha fiaca", pero aceptó. Dio la vuelta al rededor de toda la isla, hasta llegar al otro lado, justo detrás de mí, para ...

En 4K

Imagen
 Un día cualquiera, hablando con Pipi por internet (no recuerdo si era MSN o ya tenía wpp), me recuerda que ya llegaba el finde en el que Boquita (su club) enfrentaba a Vélez (el mío). Me puse nerviosa, porque, para mí, esos partidos los quiero ganar siempre. Así que... mi chongo, para aumentar esa presión, me propone una apuesta: si Boca gana, me hace el orto ahí nomás. Si Vélez gana, yo elijo. Obviamente, como eso era prácticamente imposible, decido que sale solo un pete. Nada más. En definitiva, salía siempre ganando. Hijo de puta.  Fui a su casa con la remera y la tanga del Fortin, unas medias de Lycra que me llegaban a unos cms de la bombachita y un shorcito diminuto (que no era su favorito, era otro) que me lo tapaba la casaca, justamente, porque debía andar unos metros por la calle. No daba andar así, por más que sea dos casas de distancia. A lo mejor tardaba en contestarme, no daba que me vean vestido de esa forma. Entonces, decidí taparme un toque.  Cuando llego ...

El vecinito.

Imagen
 Todo comenzó una tarde que lo invito a Eli a boludear a casa. Charlamos un rato, hasta que se nos ocurre sacar una córeo de un tema que amábamos los dos. No nos tomó más de quince minutos aprenderla y, como hacía un calor bárbaro, dijimos "nos ponemos fresquitas y lo practicamos afuera". Nos pareció tan gran idea, que lo hicimos. Buscamos unas calzas que teníamos por ahí y salimos.  El patio de esa departamento, estaba totalmente expuestos a los tres pisos de arriba del mismo edificio y a las ventanas del de al lado. O sea, en definitiva, cualquiera nos podía ver. A pesar de ello, nos importó todo un carajo. Lo hicimos igual. Nos pusimos unas calcitas de short rosa, una remerita, unas medias, unas zapas del mismo color y, ¡A DARLO TODO!  Recuerdo que, desde una ventana, unos ojos lujuriosos apuntaban hacia donde nos encontrábamos nosotros. Le pertenecían al Pipi, el hermanito menor de uno con el que estaba saliendo. El tema, era que se ponía todo pajero mirándonos con mi...