Yo, mujer.
Mmmmmmhhhh... papi, mi mente empieza a volar. Me veo como una morocha tetona de 110 de pechos. 21 añitos. Petisa, 1,58. Boquita de petera. Un culo enorme y paradito, como a vos te gusta. Vos, un negro de 1,90. Cuarentón. Ni muy musculoso, ni flacucho. Lo normal. Pija larga y gorda (22×7). Huevos gordos. Manos grandes. Me imagino también que te morís de ganas por chupármelas. Me levantás la blusa, bajás mi corpiño, las dejás al aire. Mis pezones se están poniendo duritos. Esperan a que les pases la lengüita, las frotes con tus labios, las sujetes, juegues con ellas. Yo, me arrodillo ante vos, te manoseo el bulto. Te pelo la verga, la ponés entre ellas y la apretás bien fuerte con ellas. Subo y bajo por el tronco de esa poronga gomosa hasta que quede dura como una piedra. Te miro a los ojos como tu puta favorita, mientras el placer se apodera de tu mirada. Te volvés loquito. Tu glande se asoma por entre mis dos globos. Me dispongo a sacar la lengua. Ésta llega a ac...