A la puta calle.
Una madrugada que tenía ganas de que me la pongan toda, salgo de mi casa hecha una trola. Me ato el pelo con dos colitas, anteojitos, una camiseta rosita que me llegaba hasta la cola y una bombachita, medias hasta las rodillas y una mochilita de "hello, Kitty" del mismo color. Bien de putita me vestí. De pronto, en la esquina de una cuadra bastante oscura, apoyo las manos en la pared, me inclino dándole la espalda a la calle mostrando la entrada de mi culito goloso al público que se atreviese a pasar por allí, a esa hora. Estaba bien dispuesta a que se vea absolutamente todo lo que portaba. Después de un ratito esperando, cae un auto azul que toca bocina. Me doy vuelta. Saludo al conductor. Me acerco a su vehículo. Me inclino descansando mi brazo sobre su ventana. Resulta que era un hombre mayor, casado, de unos cincuenta y tantos buscando quién le extraiga una muestra de esperma. - "Uff... hola, bebota, ¿cómo estás, aparte de culona y tetona? -comienza dic...