El hincha bichos (parte 3).
Como les comenté en la anterior entrega, quedé reflexionando bastante sobre mi comportamiento con Matu. Que debería cambiar, o debería dejar de histeriquearle, entregándole el rosquete. Cuando llegué a casa, aquel domingo, me llega un SMS suyo preguntándome si había llegado bien. Le contesto que sí y que me perdone por mis actitudes, que no van a volver a pasar. Que lo quería mucho, me parece un amigo fantástico. Sí, mi decisión fue la de que seamos amigos. Nos conectamos al MSN a charlarlo mas comodamente, y llegamos a esa misma conclusión: que encaremos la relación así. La cagada era que me encantaba demasiado pasarla con él. Me hacía reír mucho, me hacía enojar mucho y era mutua la cosa. Al aceptarla, también acordamos en seguirnos frecuentando, pero sin la presión de pretender algo mas. Una de esas veces que nos vimos, fue cuando me invitó a tomar helado. Te comento cómo pasó, estimado lector: comenzó una mañana, cuando yo estaba en el laburo y recibo un mensajito suyo. ...